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| Foto: AFA |
LA CLAVE: El rendimiento de Carlos Kletnicki para sostener el cero durante los 90 minutos, atajar un penal en la definición y sellarla a través de su remate.
QUE HICIERON
ESTUDIANTES: Siempre tuvo la iniciativa durante la tarde noche en Caseros. Asumió el protagonismo desde el inicio, empujado por la mezcla entre exigencia y aliento de sus hinchas. Gracias a la buena tarea de los mediocampistas, el Pincha mostró un buen circuito de juego, especialmente cuando Guillermo Benítez se proyectó por la banda izquierda. Además, los delanteros aportaron su movilidad, entonces parecía que la apertura del marcador estaba al caer. Pero la suma de falta de puntería propia y el nivel del arquero visitante, quien se destacó tanto en un cabezazo de Sergio Sosa como un tiro libre de Julio Serrano, hizo que el marcador llegara en cero al descanso. La historia fue distinta en el segundo tiempo, debido a que el Matador mantuvo el dominio, aunque sin generar riesgo en los metros finales. Así, a la hora de patear los penales, quedó afuera. Pagó muy caro su inexplicable bajón, llamativo por diversas cuestiones que nadie tiene en claro.
VILLA DÁLMINE: Con un desgaste importante, a raíz de haber jugado unos días atrás contra Barracas Central, el Viola decidió apostar al orden para lastimar de contragolpe. La estrategia de Sergio Rondina atravesó momentos de zozobra durante la etapa inicial. Es que Kletnicki se revolcó en varias oportunidades para conservar el cero. ¿La única chance? Un remate elevado de Diego Núñez. En el complemento, el conjunto de Campana siguió apelando al mismo libre, pero con más rigor en la marca y organización ára evitar que el fondo se sintiera incómoda cada vez que había un envío aéreo. Con respecto a la parte ofensiva, el trabajo fue bastante pobre. Martín Ríos fue un espectador de lujo hasta que la resolución desde los doce pasos lo dejó sin posibilidades. Como Dálmine fue efectivo, convirtiendo los seis disparos, logró la hazaña en Caseros para quedar a un paso de la B Nacional. ¿Dará el batacazo definitivo?
EL PANTALLAZO
Como consecuencia de los incidentes ocasionados hace unas semanas tras el 1-4 ante Chacarita, Estudiantes jugó únicamente con socios. Sin la tribuna lateral, suspendida, quienes acudieron a sectores populares lo hicieron al costado derecho de la platea. En total, unos 750 fanáticos acompañaron al Pincha. El recibimiento al equipo fue con un mensaje bastante claro: “Escuchen, los jugadores, pongan más huevos si quieren salir campeones / En Estudiantes hay que ganar, y no pensar en qué boliche ir a bailar”. Inmediatamente, hubo un repudio hacia el presidente Fernando Isla Casares (“gaucho, compadre, la con... de tu madre”) y el resto de la dirigencia: “La comisión (2), se va la pu... que lo parió”. Una vez iniciado el encuentro, hubo aliento. Desde "oh, vamos, Pincha, vamos / ponga huevo que ganamos" hasta "ya lo veo (2) / si no gritamos todos, parecemos Ingenieros", pasando por "el que no salta es del Brown (2), dale, Matador (2)". Lo único que generó malestar fue que el árbitro calculó muy mal la distancia de la barrera en los tiros libres, varios de ellos muy claros para el local. "Mastrángelo, Mastrángelo", exclamó un plateísta, cuyo vozarrón llamó la atención. Enseguida, un conocido le consultó a la esposa del sujeto: "¿Así te grita a vos?". "Me llega a gritar así y le bajo todos los dientes", bromeó la señora, causando risa entre aquellos que ocupaban la zona. En el segundo tiempo, la lluvia despertó la algarabía, al compás de "muchachos, traigan vino juega el Matador / me emborracho, bien borracho, si nos vamos de la B". Varios buscaron refugio en distintos lugares, aunque la mayoría terminó con la remera completamente pesada. En la definición por penales, hubo arenga al arquero ("olé, olé, olé, olé, Ríos, Ríos"), pero todo terminó con frustración e insultos aislados de quienes consideran que Estudiantes bajó los décibeles en las últimas fechas. De Villa Dálmine, un grupo de 30 allegados que se trepó al alambrado para celebrar la clasificación junto con los jugadores.
SERGIO RONDINA, DT de Villa Dálmine: "Llegamos hasta la final con mucho esfuerzo y mucho laburo. Esto se lo merecen los jugadores y la gente de Dálmine, que nos apoyó siempre. Estoy muy feliz. Estuvimos practicando penales, más allá de haber estudiado a los rivales. Teníamos en claro quiénes tenían que patear. Si ascendemos, va a ser lo más importante de mi carrera como técnico".
ESTUDIANTES 0 (5): Martín Ríos (6); Leandro Martínez Montagnoli (4), Sebastián Lamacchia (6), Gustavo Benítez (6)(58' Nicolás Álvarez 6); Brian Gómez (5)(72' Enry Rui), Martín Seri (6), Julio Serrano (7)(A), Guillermo Benítez (7); Luciano Nieto (6)(67' Diego Torres); Juan Martín (6) y Sergio Sosa (6). DT: Fabián Anselmo. Suplentes: Ramiro Martínez, César More, Roberto Bochi y Diego Galván
VILLA DÁLMINE 0 (6): Carlos Kletnicki (8); Juan Ignacio Celaya (6), Matías Valdez (6), Rubén Zamponi (6), Jorge Demaio (6); Diego Núñez (6), Horacio Falcón (5), Renso Pérez (6); Javier Rossi (5), Esteban Pereyra (4)(70' Lucas Piedras); Ezequiel Cérica (4)(71' Diego Grecco). DT: Sergio Rondina. Suplentes: Pedro Fernández, Carlos Fernández, Mauro Fratini, Jonathan Figueiras y Nicolás Stefanni
Jugado el 29 de noviembre
Cancha: Estudiantes (buena)
Público: 780
Árbitro: Hernán Mastrángelo (5): controló fácilmente el partido, pero fue pésimo al calcular la distancia de las barreras
Asistentes: Octavio Stewart y Juan M. Vázquez
Árbitro suplente: Eduardo Gutiérrez
Resultado Moral: Estudiantes 1- Villa Dálmine 0
DEFINICIÓN POR PENALES
Estudiantes 5: Julio Serrano (gol), Juan Martín (gol), Nicolás Álvarez (gol), Martín Ríos (gol), Diego Torres (gol) y Leandro Martínez Montagnoli (atajado)
Villa Dálmine 6: Juan Ignacio Celaya (gol), Javier Rossi (gol), Diego Núñez (gol), Jorge Demaio (gol), Renso Pérez (gol) y Carlos Kletnicki (gol)
NOTA: REVISTA ASCENSO // Germán Balcarce (@germanbalcarce)
