Un punto que no suma

Foto: Brenda Dagnino

Flandria no pudo en su casa frente al último del campeonato. No pasó del 0-0 y complicó su situación en busca de la permanencia.

El viernes, si; el martes, no. ¿Puede ser posible que en cuatro días cambie el valor que se le da a un empate? Si, claro. Este es el caso. El viernes pasado, Flandria había conseguido un empate milagroso en Ezeiza, que se festejó como un triunfo. Pero el martes y en su cancha, el Canario enfrentaba a Colegiales y el empate iba a dejar sabor a derrota y una preocupación importante teniendo en cuenta los resultados que se dieron en otras canchas de sus rivales directos. Es cierto que en los primeros minutos Flandria tuvo situaciones como para ponerse arriba en el marcador, como aquel remate de Castagno que se fue cerca del palo ni bien comenzado el encuentro, una pelota que quedó boyando en el área que Ibáñez remató al cuerpo de Matinella y varios desbordes que terminaron con centros atrás que no fueron del todo precisos. Pero promediando el primer tiempo Colegiales, que ya había dejado en claro desde el arranque que iba a buscar el punto, se fue asentando en el fondo y cerrando caminos. Eso si, en ataque no producía absolutamente nada. Así, fue que se terminó el primer tiempo, sin pena ni gloria. Y el segundo comenzó igual. Un cabezazo de Castagno que atajó Matinella y otro de Rivero, que se fue cerca del palo, fue lo poco que pudo proponer Flandria desde su impotencia, que ya rozaba la resignación. Colegiales, por su parte, llegó con un remate desviado de Fernández y un centro que, después de varios rebotes, sacó Camacho dentro del área chica. El principal enemigo de Flandria en todo el segundo tiempo fue el reloj, que parecía marcar los minutos más rápido de lo normal. Y cuando ya marcaba el tiempo de descuento, el Canario iba a tener la última. Un córner bien ejecutado por el juvenil Escuredo que peinó Camacho en el primer palo y lo encontró a Valdéz, solo, dentro del área chica, en una posición inimaginable, en la que era más fácil hacerlo que errarlo, pero el remate del central se fue por centímetros arriba del horizontal. Ni el tiro del final. Nada pudo quebrar el cero en el marcador y el empate de poco le sirve a Flandria, que quedó más complicado aún con el promedio. El panorama es oscuro. Pero la esperanza es lo último que se pierde. Y el Canario es quien más sabe de esos asuntos.

Maxi Mazzuchini (@Shima_carp)

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