Juventud Unida cumplió con lo esperado: se quedó con tres puntos importantísimos en su casa para salir de los puestos de descenso directo, justo ante San Telmo que también necesitaba de unidades para no perderle pisada a los punteros. El Lobo hizo sentir la localia ante un rival que prácticamente no pudo inquietarlo y se quedó con 10 hombres.
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| Foto: Captura de pantalla Lobo rojo |
El partido empezó parejo, pero no de la mejor forma, a los dos les costó ponerse a punto y descomprimir la situación. Juventud fue de menor a mayor, con problemas para encontrar el juego asociado necesario para demostrar que en su casa mandan ellos y sufriendo los roces de un partido que desde un primer momento fue muy friccionado.
Ángel Ríos fue el estandarte del equipo desde los primeros momentos del equipo, cuando no encontraba el rumbo y sólo la llegada de Emiliano Mosman fue lo que se había podido ver, hasta el final cuando la historia ya estaba resuelta.
El gol que abrió la cuenta fue producto de una jugada del Negro Ríos, quien después de buscar la pelota, logró llevársela, y luego remató, fue ayudado por el oportunismo de Marcos “El Pistolero“ Sanabria; el refuerzo del equipo aprovechó la pelota que pegó en el palo y con el arco a su merced definió para empezara a llevarle tranquilidad a todos los hinchas que se acercaron al bosque a alentar al Lobo Rojo.
La segunda mitad fue más dura que la primera, con complicidad de Lucas Comesaña, el árbitro del encuentro, quien no llegó a tener una mala actuación pero estuvo cerca por dejar pasar duras infracciones cerca del área, esquivando así, compromisos mayores. El juez, salvó su tarde expulsando correctamente a Segundo, el 9 de San Telmo, quien tuvo que irse por una durísima infracción sobre Nicolás Surco.
El partido se definió cuando después de un gran desborde de Ismael Rodríguez, Mosman bajó la pelota con el pecho y definió con un derechazo para terminar de liquidar a San Telmo que, hasta el momento, no había tenido chances claras.
Después del gol el Candombero se despertó por un momento y comenzó a generar peligro con centros cruzados, al mismo tiempo que el Lobo bajó de a poco su rendimiento, quizás producto del cansancio. Sólo una chance tuvo el equipo de Jorge Fronzini, que no aprovechó la chance para salir del fondo.
Los de Horacio Fabregat sumaron tres unidades muy valiosas para dejar de mirar los puestos de abajo de la tabla y empezar a ilusionarse con terminar el campeonato de la mejor manera. Todavía faltan 16 fechas, 48 puntos y nadie puede decirles que no sueñen con el reducido si siguen por este camino.
Gustavo Gallardo (@Gf_Gallardo)
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