En el partido de vuelta del reducido de la B Metropolitana, Morón y Almagro empataron 1 a 1, lo que le dio el ascenso al tricolor después de 6 años en la categoría. En la ida había goleado por 4 a 0 al gallo. El partido termino por incidentes en la tribuna local. Los jugadores festejaron en su estadio de Sáenz Peña.
 |
| Foto: Almagro 100 |
En la cabeza de los jugadores de Almagro habrá reinando la tranquilidad después del muy buen trabajo y el magnífico resultado que obtuvieron de local en Villa Raffo, donde lograron una amplia diferencia con respecto al Deportivo Morón. No tomaron ese partido como un “tramite”, sino como la confirmación de todo lo bueno que hicieron de local. El Nuevo Francisco Urbano mostro una gran concurrencia de gente esperanzada en que el milagro se podría dar.
El partido empezó con un gallo empecinado en encontrar los goles rápidamente, con los tres delanteros que dispuso Blas Armando Giunta (Mendieta, Yassogna y Altobelli) con gran participación, a veces mal acompañados y siempre chocando con la solida defensa visitante. El tricolor aprovechando las contras con Altamirano y Colombini. En el medio se erigía Quiroz como uno de los pilares del equipo. La expulsión de Colombini lleno de ilusión a los hinchas locales, pero Almagro siguió concentrado en el partido y nunca sintió la desventaja numérica.
El complemento hizo ver los dos gritos de la tarde calurosa del Oeste Bonaerense, Mendieta aventajo al local con un zapatazo después de un córner enviado desde la izquierda, que hizo encender al público del “gallito”. Cuando se empezaron a impacientar con el resultado y comenzaron los incidentes, Morel cruzo a Maximiano Castano dentro del área cometiéndole penal que el histórico delantero transformo en el empate. Los desmanes provocaron varias interrupciones hasta que el árbitro Lamolina decreto el final y el tan ansiado ascenso para el tricolor.
Los jugadores no pudieron festejar dentro del campo de juego, donde semanas atrás, también vio ascender a Brown de Adrogue, pero el vestuario visitante fue testigo de la alegría de ellos como también de los dirigentes y allegados al club. Luego se trasladaron al estadio 3 de Febrero, donde el pueblo de Sáenz Peña vio el encuentro por pantalla gigante y espero hasta la noche a los héroes del ascenso. Hasta la madrugada duro la fiesta donde jugadores, dirigentes e hinchas se forjaron en un gran abrazo.
 |
| Foto: Almagro 100 |
Después del festejo, obviamente, en la cabeza del pueblo de Almagro, va a pensar en el siguiente sueño: el Nacional B o quien dice, la Primera División A. Todo a su debido tiempo, porque la alegría es solo tricolor.
Francisco Lopetegui
