Esta vez Flandria tuvo la contundencia que tanto se le pedía y, en el Carlos V, venció a Estudiantes 2 a 1 y sigue soñando con mantenerse en la B. Diego Bielkiewicz fue el autor de los dos tantos Canarios.
Cada partido es un examen de coraje. Una final del mundo. Una guerra para ganar un terreno perdido. Ese terreno que dejó perder Flandria durante varios meses y ahora, dejando hasta la última gota de sudor, intenta recuperar. Es que después de varios meses llenos de dudas y ahora, cuando más empieza a jugar la presión, parece que el Canario se agranda. Ayer, en su casa, volvió a demostrar que, de irse, lo hará con la frente en alto. Porque se enfrentaba a un Estudiantes que ya le había complicado la vida a la UAI y a Defensores en estas últimas fechas, pero la obligación de ganar para seguir con vida lo envalentonó para no perderle pisada a los demás rivales directos. Y eso que pintaba para ser otra tarde para darse la cabeza contra la pared, cuando a los 15 minutos en una misma jugada Flandria se lo perdió dentro del área chica tres veces: Valdéz, en dos oportunidades, y Rivero no pudieron concretar de forma insólita un gol que hubiese llevado tranquilidad a los muchos corazones expectantes que había en el Carlos V. Pero, esta vez, el que iba a estar certero en la definición iba a ser uno de los que más venía fallando en ese rubro: Diego Bielkiewicz, sobre los 30 minutos, se anticipó a todos en el primer palo en un tiro de esquina ejecutado por Abregú y de cabeza abrió el marcador. El desahogo y la alegría de Flandria iban a durar poco, ya que ocho minutos después y en su primera aproximación, el Pincha iba a empatar, luego de una gran jugada individual y un bombazo desde afuera del área de Sosa. Lejos de desanimar al local, ese gol despertó a Flandria, que en los últimos minutos del primer tiempo apuró y tuvo algunas chances como para irse en ventaja al vestuario, aunque no pudo convertir. Ni bien comenzó el segundo tiempo, Monzón mandó a la cancha a Lo Bianco y a Casa y Flandria se plantó decididamente en campo rival. Así, sobre los 11 minutos, Ibáñez guapeó y metió un gran centro de mediavuelta, que encontró a Bielkiewicz cerca del punto penal, quien la paró de pecho y antes de que pique la pelota, definió arriba para gritar lo que ahora sí sería la victoria para el Canario. Es cierto que Estudiantes arrinconó a Flandria durante gran parte del segundo tiempo, pero no tuvo ninguna situación de riesgo y sólo se aproximó sobre el final con un remate de mitad de cancha de Serrano que quedó en el techo del arco. Es más, Flandria estuvo más cerca de liquidarlo de contra, que Estudiantes de llegar al empate, pero nuevamente desperdició jugadas muy claras y terminó aferrándose a ese 2-1. Hay vida en Jáuregui, señores. El Canario sigue luchando y el próximo sábado visitará - pavada de partido – a la UAI Urquiza. El panorama sigue siendo complicado, pero no está muerto quien pelea. Y este Flandria no deja de pelear.
Maxi Mazzuchini (@Shima_Carp)
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